El Ayuntamiento de Cuenca ha acogido esta mañana el acto de conmemoración del 87 aniversario de Alcohólicos Anónimos. Una decisión que, según ha explicado su presidente a nivel nacional, Luis María Villota, se debe a la decisión de la entidad de organizar sus eventos más importantes en las llamadas “zonas blancas”, es decir, “donde existe un nivel de implantación nulo o pequeño”.
En este sentido ha explicado que Alcohólicos Anónimos está integrada por unas 9.000 personas distribuidas en 600 grupos de apoyo en toda España, distribuidos en 24 áreas. Cuenca, con un grupo, junto a Albacete, con tres grupos, conforman el Área 23.
Villota, que es de las únicas personas que puede mostrar su imagen y dar su nombre y apellidos en la entidad, ha expuesto las bases de Alcohólicos Anónimos, explicando por ejemplo que lo que llaman el legado “está formado por tres patas: el programa de recuperación; las tradiciones, que es el sentido de unidad; y el servicio, porque es una asociación de alcohólicos en acción y lo que la define es el intento de que las personas que formen parte y alcancen la sobriedad, que no es solamente le dejar de beber, lleven el mensaje”.
Un acto al que ha dado la bienvenida el alcalde, Darío Dolz, junto con el presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Martínez Chana; la delegada provincial de la Junta de Comunidades en Cuenca, María Ángeles Martínez; y la subdelegada del Gobierno de España en Cuenca, Mari Luz Fernández. Al finalizar, el primer edil ha entregado una placa conmemorativa a Luis Villota como recuerdo de este acto organizado en Cuenca.
El alcalde, Darío Dolz, ha puesto en valor la “valentía” de este colectivo “por escenificar esta situación de la que todos tenemos que ser más conscientes y por poner cara a este problema”, puesto que a nivel social “no se percibe como una enfermedad”, sino que por el contrario “se es bastante permisivo con el alcohol”. Dolz se ha puesto a disposición de la asociación “para todo lo que necesitéis para que esta situación cada vez vaya a menos”.
Por su parte, la subdelegada del Gobierno, Mari Luz Fernández ha apuntado en la misma línea que “el alcohol está muy aceptado socialmente y considero que es una de las drogas más duras y más difíciles de erradicar”. En su intervención ha felicitado a Alcohólicos Anónimos “por la labor que hacéis y sobre todo por los pilares en los que os basáis: querer dejar el alcohol y refortaleceros al intentar ayudar al otro que tiene ese problema”.
El presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, ha incidido por su parte en que “estamos ante un problema que está normalizado, que culturalmente lo llevamos en el ADN en este país y en esta sociedad en general”. En su caso ha apuntado la dificultad que tiene “dejar esta droga, pues el acceso a ella es, como pasa con el tabaco, el más fácil”. Por todo ello “tenemos mucho trabajo que hacer como sociedad”, pues este problema “destroza vidas”, y ha deseado “no tener que celebrar otros 87 años porque no tuviera que existir Alcohólicos Anónimos”.
La delegada provincial de la Junta, María Ángeles Martínez, ha agradecido también “el trabajo, la labor, la terapia que hacéis con las personas que caen en el alcoholismo” y ha puesto el acento en su caso en cómo “la mujer, por desgracia, cuando cae en el alcoholismo, el estigma social es mucho mayor que en el caso de los hombres y aquí estáis haciendo una labor fundamental”. Por ello ha pedido una “visibilización especial de que las mujeres tenemos las mismas posibilidades de caer que los hombres y que nos es más difícil en muchas ocasiones salir de ahí”.
Han asistido además las concejalas de Servicios Sociales, Esther Barrios, y de Participación Ciudadana, Asunción Moriana; la vicepresidenta tercera de la Diputación, Nuria Illana; la delegada provincial de Sanidad, Montserrat Hernández; y el jefe de la Policía Local de Cuenca, José Vidal Tejeda; así como una nutrida representación de Alcohólicos Anónimos.
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