El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y la concejala de Servicios Sociales, Estela Soliva, han visitado el Hogar de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fundación religiosa que llegó a la ciudad en 1879.
Dolz, que también ha estado acompañado por la delegada provincial de Bienestar Social, Amelia López; ha destacado la labor que desempeña esta congregación en nuestra ciudad desde hace 144 años, cuidando de las personas mayores.
El alcalde, que ha sido recibido por la madre superiora, Sor María Cortés Diez, ha tenido ocasión que saludar a todo el personal del centro y por supuesto a sus residentes, con los que ha compartido un rato de charla.
Casi 150 años de historia en Cuenca
La primera residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados estaba situada en el Casco Antiguo, en el edificio donde hoy se ubica el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha. En 1970, por razones de espacio, se trasladaron a unas nuevas instalaciones en la calle Santa Teresa de Jornet, quien fue fundadora de la congregación religiosa.
Durante estos años, se han ido acometiendo las reformas necesarias para adecuarse a las nuevas normativas, por ejemplo de accesibilidad, y para poder prestar la mejor atención posible a los ancianos.
Este hogar, uno de los 197 que la congregación tiene repartidos por 21 países, tiene capacidad para 119 personas, acogiendo tanto a válidos como a asistidos, matrimonios, etc. Actualmente viven en él 109 residentes.
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